En las personas y el talento reside el mayor potencial de las empresas para generar cambios sustanciales en su actividad y rendimiento. En un mundo donde el conocimiento se ha convertido en el elemento competitivo por excelencia, cuidar al individuo es la base del éxito. El ‘mentoring’ ofrece una vía para la transferencia de conocimiento entre noveles y veteranos en la que ambas partes, y todos, ganamos

El mundo laboral está en continua transformación. Asistimos a un momento de profundos cambios en la actividad económica y productiva y también en el ecosistema empresarial, tanto de puertas adentro como en su relación con la sociedad y los stakeholders.

Desde el punto de vista del individuo, se requieren cada día nuevas habilidades, capacidades y conocimientos. Desde la óptica de las compañías, éstas se sienten cada vez más concernidas por el propósito y el valor y por el elemento social y humano, y no solo por la cuenta de resultados.

En un mundo en aceleración ni siquiera llegamos a sospechar qué va a demandar de cada persona el mundo laboral en el futuro. Pero sí sabemos que las empresas van a necesitar personas y talento.

El propio World Economic Forum así lo señala en sus análisis desde hace tiempo: es difícil aventurar qué formación se debe ofrecer, porque apenas intuimos lo que el mercado va a requerir en una década.

“En un mundo en aceleración, ni siquiera llegamos a sospechar qué va a demandar de cada persona el mundo laboral en el futuro”

Sin embargo, hay algo que, por mucho que evolucionen los tiempos, siempre permanece, y es el talento. Es decir, la capacidad de cada persona para ofrecer lo mejor de uno mismo y desarrollar sus potencialidades.

Atraer el talento, desarrollarlo y retenerlo es una de las inquietudes básicas de las empresas más avanzadas, que saben perfectamente que es en las personas en las que reside su mayor potencial de generar cambios sustanciales en su actividad y rendimiento en un mundo donde el conocimiento, se ha convertido en el factor competitivo por excelencia.

Todos necesitamos un mentor

Es en ese sentido donde adquiere un papel relevante la actividad del mentoring.

La función de un mentor actual es estimular el desarrollo personal y profesional de su mentee o pupilo al compartir con él conocimientos, especialidades y experiencia. Algo tan viejo como el mundo, que nos recuerda la relación entre maestro y aprendiz de los tiempos pre-industriales, mantenido desde el mundo clásico a los gremios medievales y que estamos aprendiendo a apreciar, a redescubrir, diríamos, en estos tiempos post-industriales.

Desde Women Action Sustainability (WAS), estamos desarrollando una estimulante iniciativa de mentoring en colaboración con diversas entidades y nos gustaría dedicar estas líneas a presentar qué es el mentoring, sus beneficios y la enorme ventana de oportunidad que tiene en el momento actual.

Con el ‘mentoring’ ganan ambas partes

Desarrollar el talento, estimularlo y establecer una relación de win-win entre profesionales experimentados y personas que apenas empiezan su carrera o todavía están estudiando o realizando sus posgrados es unas de las grandes virtudes del mentoring.

El mentoring consiste en desarrollar, cuidar, compartir y ayudar en una relación en la que una persona (mentora) invierte tiempo, know how y esfuerzo en potenciar el desarrollo de otra persona (estudiante), mediante la confianza y el compromiso.

Se trata de acompañar y ayudar a la persona a que por sí misma encuentre respuestas a necesidades críticas de su trayectoria profesional, en direcciones que le preparen para una productividad mayor y un éxito en el futuro.

El mentoring, tal y como lo enfocamos desde WAS, es una práctica mediante la cual una persona experta en sostenibilidad facilita el desarrollo de un estudiante interesado en la materia a través del intercambio de sus propios recursos, conocimientos, valores, habilidades, perspectivas, actitudes y competencias.

“Establecer una relación de win-win entre profesionales experimentados y personas que apenas empiezan su carrera es unas de las grandes virtudes del mentoring”

El mentoring permite al estudiante desarrollar habilidades y conocimientos que le ayudarán a alcanzar las metas que él mismo defina en el campo de la sostenibilidad. A la mentora WAS le ofrece la oportunidad de desarrollar su liderazgo, obtener nuevas perspectivas, hacerse nuevas preguntas, conocer otras inquietudes y ampliar su visión personal y profesional.

Desde WAS consideramos que estimular el talento y promover la transferencia de conocimiento resulta esencial para el avance social.

En un campo como la sostenibilidad, situado en el eje central de los retos que abordamos como sociedad y tan sometido a incertidumbres mayúsculas como el cambio climático o la disminución de recursos, necesitamos lo mejor de todos y el concurso de todos. Y si algo de lo que hemos aprendido en nuestra trayectoria profesional podemos trasladarlo a otros para que aporten lo mejor para el futuro compartido, nos sentiremos satisfechas de hacerlo.

Esperamos contaros en una próxima comunicación cómo avanza nuestra apuesta por el mentoring.