Son tiempos en los que las reflexiones son cada vez más habituales y la verdad es que deberíamos de parar más a menudo a pensar lo que hemos hecho, lo que hacemos y lo que haremos, porque si algo tenemos que tener claro, es que la vida está llena de imprevistos y debemos de estar mentalmente preparados para dar un golpe de timón en cualquier momento.

Hace tan solo unos meses, justo antes de que nuestras vidas se quedaran confinadas en nuestras casas, la preocupación y el compromiso con nuestro entorno se hizo más patente que nunca. La celebración –también imprevista e improvisada- de la COP 25 hizo que muchas empresas y la sociedad girase la vista hacia algo que siempre ha estado en un segundo plano a pesar de su gran importancia, el medio ambiente, la sostenibilidad, el respeto al entorno en el que vivimos. A pesar de que ahora mismo nuestras preocupaciones están centradas en la pandemia que estamos padeciendo, la sostenibilidad mantiene su protagonismo. Definitivamente ha venido para quedarse.

Nos enfrentamos a la necesidad de cambiar nuestros hábitos y nuestra forma de relacionarnos y lo que se nos presenta es una magnífica oportunidad para reflexionar sobre cómo hacerlo, pensar en los aspectos que nos pueden ayudar a una reconstrucción sostenible en el tiempo y en el espacio que vivimos.

Es en este momento, y no podía ser más oportuno, cuando nace WAS (Women Action Sustainibility) una asociación de mujeres de diversos sectores comprometidas con la sostenibilidad y con el firme propósito de elevar la sostenibilidad al primer nivel de decisión de las organizaciones para contribuir de este modo y en esta línea a esta reconstrucción global que tenemos por delante, equilibrando los tres aspectos fundamentales, el económico, el social y el ambiental. En este sentido, durante estos meses hemos tenido la oportunidad de leer infinidad de artículos que nos han ido ofreciendo claves en los que las cuestiones relacionadas con los criterios ESG (sostenibilidad, medio ambiente y gobierno corporativo) que han de incorporarse a las empresas, ha sido una constante.

También, durante este periodo extraordinario que estamos viviendo,  se han preparado y se han dado a conocer un sinfín de iniciativas pidiendo a las administraciones europeas, estatales y locales la necesidad y la oportunidad de poder trabajar en una reconstrucción verde y sostenible como la mejor salida, pensando en el largo plazo, para salir de la crisis. A nivel europeo la Green Recovery Alliance (Alianza para una Recuperación Verde) ha tenido una gran repercusión social y mediática y además de apoyarse en el Pacto Verde Europeo,  defiende que las políticas de estímulos deben ser efectivas desde el punto de vista económico y social pero a la vez, éstas deben de estar en consonancia con las políticas de sostenibilidad y biodiversidad, porque si no hay sostenibilidad ambiental no hay sostenibilidad económica o social.

Otro aspecto importante para lograr la efectividad de todo esto, y que en muchas ocasiones pasamos a un segundo o tercer plano, es la educación en estos valores, porque la educación es la mejor herramienta vital de que disponemos para mejorar la capacidad de los niños, jóvenes y mayores. SEO/Birdlife, en un documento avalado por estudios científicos y expertos en el ámbito educativo, recoge, entre otras cosas, la importancia que tiene la educación ambiental ya que ésta constituye uno de los pilares en los que se sostiene la conservación de la naturaleza y que debe ser una corriente internacional de pensamiento y acción, para que así las generaciones venideras asuman y entiendan la gestión de los recursos naturales de un modo sostenible. Pero para que todo esto sea posible, es necesario llegar a consensuar en un pacto global por la educación todos estos conceptos logrando así que los ciudadanos dejemos de vivir de espaldas a la naturaleza para así poder entender un poco mejor, la importancia y la responsabilidad que tenemos con ella.

Por último, pero no menos importante, está el papel que están jugando los medios de comunicación que constituyen un importante instrumento para recibir información de un modo adecuado y riguroso pero también para la creación de un lenguaje que los ciudadanos  podamos entender y manejar evitando el uso de terminología conservadora y poco explícita, algo que según la revista “Bioscience” es lo habitual a la hora de hablar de temas relacionados con el cambio climático.

Nos toca ahora a todos aprovechar el momento que vivimos,  ya que España a pesar de la grave situación económica en la que hemos entrado,  está en condiciones de aprovechar su enorme potencial basado en su capital natural, el posicionamiento de su industria y su potencial de desarrollo en energías renovables para incentivar  múltiples inversiones que ayuden desencadenar un nuevo modelo económico europeo construido alrededor de principios de sostenibilidad y en definitiva más resistente, más protector, más colaborativo y más inclusivo.