18 DICIEMBRE, 2020
LA NUEVA ESTRELLA VERDE DE LA SOSTENIBILIDAD DE MICHELIN
La Sostenibilidad constituye un pilar cada vez más importante en las estrategias empresariales y en el caso particular de Michelin, la movilidad sostenible...
Seguramente todos hemos reflexionado acerca de nuestros hábitos de consumo en estos meses de confinamiento como consecuencia del COVID-19. ¿Cuántas cosas que tenemos no nos hacen falta? ¿Podría vivir consumiendo y gastando menos? ¿de cómo ha afectado el frenazo de la economía a la salud de nuestro planeta? Igual nos hemos dado cuenta de que nuestro estilo de vida nos había metido en un bucle de consumo poco sostenible.
Durante este tiempo, me han venido imágenes y recuerdos de mi infancia cuándo siendo niña visitaba la casa de labranza de mis abuelos en el pueblo. Recuerdo ir a la fuente con los botijos para llenarlos de agua como si de un juego se tratara y del acontecimiento que supuso el agua corriente en las casas. Momentos como éste marcan el paso de pequeño a gran consumidor de recursos.
También, recuerdo las fotos antiguas con sus personajes vestidos con sus mejores galas, lo que venía a denominarse la “ropa de los domingos” y de tantos enseres tipo braseros y calentadores que ayudaban a pasar los duros fríos sorianos.
Todo ésto me ha llevado a las siguientes conclusiones: que nuestros antepasados optimizaban mejor los recursos, probablemente por necesidad, y que la economía circular la tenían implantada en lo más profundo de su subsistencia.
Sin embargo, ahora que volvemos a la normalidad y que ya hemos salido de esta parada, nuestros hábitos vuelven a cambiar. Sin embargo, una cosa queda clara y es que no podemos seguir consumiendo como hasta ahora. De hecho, es necesario trabajar para cambiar la forma en que se produce y se consume, buscando soluciones más sostenibles para reducir el impacto sobre nuestro planeta.
Esto es lo que pretenden dos grandes iniciativas. La primera, la Agenda de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. La segunda, el Acuerdo de París, un acuerdo internacional de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para no superar los 2º C a final de siglo, incluso los 1,5 ºC, y llegar a la neutralidad de emisiones a mediados de siglo.
Y en este contexto, es dónde todos jugamos un rol imprescindible en la consecución de estos objetivos. La administración con su poder de legislar; los inversores con su determinación de apostar por negocios sostenibles a la vez que rentables; los financiadores con su decisión de apoyar el crecimiento de ciertas actividades en detrimento de otras menos verdes; las empresas con su capacidad de desarrollar soluciones a todos estos retos y la sociedad que con sus decisiones en la compra de productos o servicios impulsarán, también, el cambio. Todos somos responsables de conseguir este gran desafío.
De mi relación con analistas, inversores y financiadores me atrevo a asegurar que la inversión se está dirigiendo hacia modelos de negocio sostenibles que ayuden a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de reducir o mitigar las emisiones y adaptar las infraestructuras a los efectos del clima. Algunas de estas actividades están relacionadas con agua, que presenta una grave problemática tanto de calidad como de cantidad; con energía dónde hay una apuesta clara por la electrificación de la demanda, la eficiencia energética y las renovables; con adaptación de infraestructuras a los efectos del clima y, por supuesto, con ciudades que al acoger un mayor porcentaje de la población supondrá un gran resto de gestión. Siempre con la máxima de reducir el uso de recursos naturales y la reincorporación de los residuos en el proceso.
Y en este momento es cuando las empresas somos conscientes que tenemos mucha responsabilidad en el cambio. Las empresas tenemos que prepararnos, integrar la Agenda Climática y de Desarrollo Sostenible a lo largo de toda la compañía y en la toma de decisiones. Tendremos que adaptar nuestros negocios y actividades para dar cumplimiento a las políticas y regulación emergente, poder acceder a financiación, dar respuesta a accionistas e inversores, cumplir con nuestros compromisos y asumir nuestra parte de responsabilidad en la lucha contra el cambio climático y cumplimiento con los 17 Objetivos de Desarrollo sostenible. En resumen, debemos integrar este reto dentro de la estrategia de la compañía
En esta línea, me gustaría compartir con vosotros “La estrategia climática de Ferrovial” en la que recojo las líneas de actuación para reducir nuestro impacto, en particular en materia de Cambio Climático, y cómo estamos adaptando nuestro portfolio de actividades para dar soluciones técnicas más sostenibles a nuestros clientes y usuarios.
18 DICIEMBRE, 2020
La Sostenibilidad constituye un pilar cada vez más importante en las estrategias empresariales y en el caso particular de Michelin, la movilidad sostenible...
12 DICIEMBRE, 2020
En la COP 21 en París, el 12 de diciembre de 2015, las Partes de la CMNUCC alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio...
06 OCTUBRE, 2020
Se acaba de aprobar en Consejo de Ministros el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (PNACC). El objetivo global es construir un país...
29 SEPTIEMBRE, 2020
Mientras seguimos inmersos en la pandemia mundial que ha paralizado el planeta y que nos debería obligar a replantear nuestra relación con el entorno,...
18 SEPTIEMBRE, 2020
Con el decidido impulso de la Organización de las Naciones Unidas y en el marco de los propósitos del nuevo milenio, el desarrollo sostenible se configura...
31 AGOSTO, 2020
Entrevista a nuestra socia Alicia Muñoz Lombardía, vicesecretaria del Consejo de Santander España, sobre la importancia de la cultura de la privacidad en...